Banner

Bienvenidos!

Datos personales

Mi foto
Nuestro objetivo es que cualquier mujer sea cual sea su talla pueda disfrutar de la comodidad de nuestros sujetadores. Para ello ofrecemos el tallaje más amplio del mercado. Nuestra filosofía: ofrecer ESPECIALMENTE PARA LAS COPAS GRANDES una extensa gama de corsetería y lencería moderna, asequible y de calidad, mediante un asesoramiento gratuito y personalizado.

jueves, 23 de junio de 2011

La noche de San Juan

El solsticio de verano: orígenes y reminiscencias actuales de la tradición milenaria del culto al sol



Los orígenes de la festividad de San Juan se pierden en la noche de los tiempos. Se trata de una fecha especial con connotaciones mágicas y supersticiosas que tiene ecos en todo el planeta y ha sabido pervivir a pesar de los cambios y coyunturas, manteniendo su esencia inalterada.
Configuración de los astros
El 21 de junio se celebra el solsticio de verano. En el hemisferio norte, el día más largo del año es una fecha en que los trabajadores del campo agradecen a la naturaleza las cosechas y la llegada del verano y piden fertilidad para la tierra y para los hombres. Esta fecha está consagrada a la abundancia, la fecundidad y el amor. Se trata también del fin de una etapa y el comienzo de una nueva: el fuego quema las malas reminiscencias del pasado, renueva y da paso a un nuevo amanecer.
La vinculación con el fuego procede de la superstición: se creía que la llegada del solsticio suponía la culminación, el máximo esplendor del sol, y se temía que a partir de ese momento las horas de luz comenzaran a disminuir paulatinamente hasta que el sol se apagara: se creía que los ritos y fogatas ayudarían al sol a mantener su poder y energía. Se realizaban danzas alrededor del fuego y se saltaban las brasas en un ejercicio purificador y para protegerse de enfermedades y preservar la salud y la fertilidad.
Efectivamente, el sol realiza movimientos perpendiculares entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio, dando lugar en ambos hemisferios a sendos solsticios de invierno y de verano, que se producen de manera inversa exactamente el 21 de diciembre y el 21 de junio de cada año, días de máxima y mínima exposición solar.
Orígenes remotos: el culto al sol
El inicio de esta tradición procede de tiempos milenarios, cuando el hombre dejó la vida errante y comenzó a vivir en asentamientos estables, donde se empezó a dedicar a las actividades del campo, la agricultura y la ganadería. El hombre primitivo observaba las estrellas y estudiaba los movimientos del sol y la luna, observando que se producen de manera cíclica y que están relacionados con las estaciones, los periodos de fertilidad y las cosechas.
En Europa occidental esta fiesta aparece vinculada a los druidas y los celtas, quienes en esta época del año realizaban ofrendas a los dioses que consistían en hogueras que luego eran saltadas con pértigas, donde se pedía fertilidad y se ofrecían animales para ser purificados. Esta simbología la encontramos también en los pueblos andinos, cuyos principales festivales son la fiesta de año nuevo y la fiesta del sol, las cuales son equidistantes en el año y coincidentes con los solsticios.
Influencias grecolatinas y cristianas 
Los griegos realizaban celebraciones en estas dos fechas del solsticio de verano y de invierno, a las que llamaban respectivamente puerta de los hombres y puerta de los dioses. Estas fechas estaban relacionadas con el dios Apolo. Los romanos celebraban una fiesta con el fuego como epicentro, dedicada a la diosa de la guerra Minerva. La costumbre consistía en saltar tres veces sobre una hoguera. Las plantas medicinales que se recogían y utilizaban durante esos días eran consideradas especialmente curativas.
Los cristianos se encargaron de recoger dentro de sus propios cultos los ritos paganos anteriores que encontraron en todas las latitudes, así la fiesta de San Juan, celebra el nacimiento del Bautista y está asociada al solsticio de verano en el hemisferio norte y al solsticio de invierno en el hemisferio sur, del mismo modo que el solsticio de invierno en el norte y el de verano en el sur coinciden con la fecha de la Natividad.
Resulta paradójico que sea la única fiesta de santo, junto con la Natividad, en que se celebra el nacimiento y no la muerte: los cristianos trataron de este modo de que fuera mejor aceptado por las poblaciones paganas, al equipararse mejor con el sentido tradicional de la fiesta. Sin embargo estas fiestas no son patrimonio exclusivo del cristianismo, ya que incluso los países orientales conservan hoy en día festividades en este periodo con la misma esencia: el culto al sol como protagonista de la vida en la tierra.
Magia e ilusión
Existen numerosas leyendas vinculadas a la noche de San Juan, pero sin duda alguna se trata de un momento especial de configuración de los astros en que la magia fluye por cada rincón del planeta, las familias y los amigos se reúnen en tono festivo alrededor de las numerosas hogueras que iluminan la noche, cargada de simbolismo, en la que podemos dar rienda suelta a nuestra fantasía, realizar algún ritual mágico o brebaje para la salud, conjurar los malos espíritus y pedir que se cumplan nuestros mejores deseos de paz, salud, amor, prosperidad: es un momento propicio para que se hagan realidad, especialmente si ponemos todo nuestro afán e interés para lograrlo. ¡Feliz noche de San Juan!

No hay comentarios: